La iluminación y el sistema de aire acondicionado, combinados pueden representar más del 80% del uso total de energía de una aula. Si bien las mejoras en el rendimiento de los equipos y la actualización a las últimas tecnologías reducirán los costos, las aulas pueden reducir su consumo de energía hasta en un 50% a través de una mejor administración y gestión de los aparatos eléctricos, basada en la ocupación. De esta forma, solo estarán encendidos cuando el aula se encuentre ocupada.